Modos de uso de la lavanda

El aceite esencial de lavanda es económico y solo un toque en la muñeca puede mantenerte en modo de relajación durante todo el día. También puedes usar un difusor de aceite esencial para propagar el aroma en toda su casa.

El aceite de lavanda, las sales o el baño de burbujas son una manera fácil de agregar un poco de relajación a tu rutina de baño.

Hay muchos productos de limpieza que incorporan lavanda en su aroma. Existe una colección completa de limpiadores para el hogar con olor a lavanda, que van desde limpiadores multiuso hasta detergentes para ropa.

Infunde un poco de relajación y un toque de color en la vida de tu hogar colgando una corona de flores de lavanda en la puerta de tu habitación.

Prepara un jarabe de lavanda calentando los cogollos de lavanda y el azúcar en una cacerola pequeña.

Permite que el azúcar se disuelva y forme un jarabe. Retíralo del fuego y usando un tamiz, filtra los restos de lavanda. Agrega una cucharada del jarabe de lavanda a un té y con unas gotas de limón fresco para conseguir una bebida refrescante y relajante.

También puedes preparar un poco de té de lavanda elaborando brotes de lavanda en una bolsita o bola de té. Solo asegúrate de colar antes de cada sorbo.

Las bolsitas de lavanda (bolsas llenas de hojas de lavanda) son económicas y fáciles de hacer. Puedes ponerlas junto a tu cama, en los cajones de tu ropa interior o incluso en tu bolso y disfrutar de los beneficios relajantes de linalool donde sea que estés.

La lavanda repele las polillas, por lo que también puede ayudar a mantener la ropa libre de agujeros. ¿Se le puede pedir algo más?

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La naturaleza es sostenible si cuidamos de ella.

Nuestra responsabilidad es pasar una tierra sana a las futuras generaciones.